Tras una misa llena de sentimiento y de fe comenzamos el caminar de los romeros hacia la Peña Arias Montano en Alájar, sede de la Reina de los Ángeles Coronada. Con la Hermandad de Aracena, unos andando, otros en carro, en tractores, a caballo, en charré… todos vamos haciendo un camino, cada uno a su ritmo, cada uno por una razón concreta y una razón en general: Ella.
Al llegar a la Peña Arias Montano, con el canto de ¡Ya está aquí Aracena!, la Hermandad filial de la Reina de los Ángeles de Aracena hizo su entrada con esas ganas que tenían todos de ver a la Virgen, a la Reina de los Ángeles, la que les guía en su día a día, para darles las gracias del camino que habían podido realizar.
Tras ello, cuando todas las hermandades filiales (Galaroza, Fuenteheridos, Castaño del Robledo, Campofrío, Sevilla, Nerva, Linares de la Sierra, Santa Ana la Real y Aracena) llegaron a la Peña Arias Montano, la Virgen salió de su templo, a hombros de todos aquel que se quisiera acercar a ella.
Y así, un año más podemos decir que la Romería de la Reina de los Ángeles es pura fe, es confraternización entre pueblos, es cariño, es sentimiento.
¡VIVA LA PATRONA DE LA SIERRA!
¡VIVA LAS HERMANDADES DE LA SIERRA!
¡VIVA LA HERMANDAD DE ARACENA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario