El pasado 8 de Septiembre tuvo lugar en la Peña Arias Montano la Romería dedicada a la Reina de los Ángeles. Como cada año, la Hermandad filial de Aracena hizo su recorrido tras el simpecao de la virgen. Así mismo, el Coro Amigos de la Virgen estuvo allí, con Ella, para cantarle tras la carreta, para animar el andar de los peregrinos y como no, para acompañarla en el camino.
A las 5 de la mañana era la esperada Misa de Romeros, donde, los más madrugadores nos levantamos con la única intención de rezarle una salve a Ella, a la Virgen que con la que viven el resto del año: a la Reina de los Ángeles.
Tras una misa llena de sentimiento y de fe comenzamos el caminar de los romeros hacia la Peña Arias Montano en Alájar, sede de la Reina de los Ángeles Coronada. Con la Hermandad de Aracena, unos andando, otros en carro, en tractores, a caballo, en charré… todos vamos haciendo un camino, cada uno a su ritmo, cada uno por una razón concreta y una razón en general: Ella.
Saliendo del pueblo comenzamos una novedad en este año: el rezo del Santo Rosario al salir del pueblo. El simpecao de Aracena estaba rodeado de hermanos, que andando, íbamos rezándole sin parar…
En el cruce de Linares antes de la parada llegó el momento del rezo del Ángelus, donde el Coro Amigos de la Virgen, con la simple ayuda de una guitarra y una pandereta, le rezamos con fe.
Al llegar a la Peña Arias Montano, con el canto de ¡Ya está aquí Aracena!, la Hermandad filial de la Reina de los Ángeles de Aracena hizo su entrada con esas ganas que tenían todos de ver a la Virgen, a la Reina de los Ángeles, la que les guía en su día a día, para darles las gracias del camino que habían podido realizar.
Tras ello, cuando todas las hermandades filiales (Galaroza, Fuenteheridos, Castaño del Robledo, Campofrío, Sevilla, Nerva, Linares de la Sierra, Santa Ana la Real y Aracena) llegaron a la Peña Arias Montano, la Virgen salió de su templo, a hombros de todos aquel que se quisiera acercar a ella.Bajo Ella estaba la Sierra entera, acariciándola, llevándola como se merecía, como todos habían estado esperando durante un año. Y alrededor de Ella solo se escuchaban voces gritando ¡VIVA LA REINA DE LOS ANGELES!
Y así, un año más podemos decir que la Romería de la Reina de los Ángeles es pura fe, es confraternización entre pueblos, es cariño, es sentimiento.
¡VIVA LA REINA DE LOS ANGELES!
¡VIVA LA PATRONA DE LA SIERRA!
¡VIVA LAS HERMANDADES DE LA SIERRA!
¡VIVA LA HERMANDAD DE ARACENA!